Alfombra turquesa – un color tan exótico como moderno

Demuestre que tiene estilo con una alfombra turquesa

Aunque a priori pueda parecer que no, las alfombras turquesas pueden colocarse en cualquier habitación. Por ejemplo, si coloca una alfombra Shaggy de este tono en la habitación de invitados, éstos sentirán que son bien recibidos, lo que hará su estancia todavía más amena.

En el salón quizás sea mejor una alfombra de perlo corto, que además son más fáciles de limpiar y dan un toque más serio a la zona de la casa que solemos decorar con más elegancia.

Alfombras turquesa para las instalaciones más modernas

A pesar de que este tono es usado en casi todos los estilos, suele ser perfecta para las instalaciones más modernas: desde alfombras hasta sofás y macetas. Además, no solo podrá encontrarlas de un solo color, sino que también están disponibles con distintos estampados. Las alfombras geométricas en blanco y turquesa suelen ser muy demandadas para un estilo de decoración nórdico, con el resto del mobiliario y paredes en blanco y algún elemento más en este tono, ¡combinación ganadora!

Será amor a primera vista: combinación de turquesa y dorado

Si antes decíamos que el blanco con el turquesa es la combinación ganadora si lo que quiere es tener su apartamento decorado en estilo nórdico, ¡no pierda de vista la combinación de turquesa con dorado! Ésto suele utilizarse mucho en el estilo oriental y también podrá encontrarlo en las alfombras barrocas en un tono azul más oscuro. ¡Definitivamente no dejará a nadie indiferente! 

Alfombras naturales: sisal, yute y algodón

La alfombra de sisal también está disponible en azul turquesa. Este tipo de alfombras es plana, robusta y además se obtiene de una fuente sostenible y materia prima renovable. Esto ocurre también con las alfombras de yute y las de lana virgen.

Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que ni las alfombras de sisal ni las de yute toleran la humedad, por lo que no son adecuadas para el baño.

Por su parte, las alfombras de lana son perfectas para calentar sus pies en invierno, además de que son muy suaves y le apetecerá incluso dormirse en ellas.

Limpieza y cuidados

Para las alfombras que no toleran la humedad no se recomienda una limpieza en húmedo, en su lugar bastará con pasar la aspiradora. Si accidentalmente cae algún líquido sobre la alfombra, se deberá limpiar la mancha con un paño seco. A veces funciona también frotar con algún objeto de corcho.

En el caso de las alfombras de pelo largo, pasar la aspiradora con regularidad es lo más adecuado. No obstante, si esto no es suficiente, también puede limpiarse en húmedo, siempre siguiendo las instrucciones del fabricante. Algunas pueden incluso lavarse en la lavadora o con un limpiador a vapor. También existen métodos de limpieza tradicionales como lavar a mano en la pila, pero como decíamos, todo dependerá mucho de las recomendaciones del fabricante.

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